Los inicios de la persecución surgieron alrededor del año 1996, cuando el libro principal de la práctica, Zhuan Falun, tuvo un éxito de ventas rotundo. Lo que resultó de eso fue la prohibición de su publicación, un incremento de la propaganda estatal y el acoso policial. A principios de 1999, la policía arrestó a 40 practicantes en Tianjin, provocando que más de 10,000 practicantes se reunieran cerca del complejo del gobierno de Zhongnanhai, en Beijing el 25 de abril de 1999 para exigir el fin del hostigamiento.
El jefe del partido de aquel entonces, Jiang Zemin, se sintió amenazado por la inmensa popularidad que Falun Dafa había obtenido. El 10 de junio estableció la agencia 610 (llamada así por la fecha de su creación), otorgándoles poderes extralegales para aplicar cualquier medida necesaria para acabar con la práctica de Falun Gong y forzar a los practicantes a renunciar a sus creencias. El 20 de julio de 1999, Jiang Zemin lanzó oficialmente la persecución, prohibiendo Falun Dafa y arrestando a miles de adherentes.
En los últimos 21 años de persecución, cientos de miles de practicantes han sido arrestados y detenidos. Según organizaciones de derechos humanos, los practicantes han sido sometidos a trabajos forzados, tortura e incluso a la sustracción forzada de órganos. Debido al bloqueo de información, es imposible saber cuántos practicantes de Falun Dafa han muerto en manos del régimen comunista chino.
Junto a la violencia física, surgió también el uso de propaganda para desprestigiar a la práctica. Los medios estatales fabricaron historias de mutilación y suicidio; sin embargo, cuando los investigadores analizan estos casos, encuentran historias de personas que no existen y crímenes cometidos por personas que no tienen relación con Falun Dafa. La propaganda incluso se ha extendido al extranjero, a través de los medios y las iniciativas educativas patrocinados por China.
¿Por qué Falun Dafa es perseguido?
De las más de 2,000 prácticas de qigong que existían en China en ese momento, ¿Por qué el régimen chino apuntó a Falun Dafa? Esto puede explicarse por el énfasis espiritual de la práctica, el cual tiene un contraste marcado con la ideología atea comunista. Durante la Revolución Cultural en la década de 1960, el Partido Comunista Chino libró una guerra contra la tradición, quemando escrituras y destrozando templos. Además de los practicantes de Falun Dafa, los budistas tibetanos y los cristianos también son reprimidos por el régimen comunista en China.
Cabe mencionar que es posible que el Partido Comunista Chino temía que su poder se debilite, ya que los practicantes de Falun Gong valoran mucho más la vida según ciertos principios morales que la lealtad grupal y la devoción ciega al Partido Comunista Chino. En particular, Jiang Zemin, el entonces jefe del Partido Comunista Chino, se sintió extremadamente celoso de la inmensa popularidad de Falun Dafa en China, ya que en ese momento había más practicantes de Falun Dafa que miembros del Partido Comunista Chino.
Independientemente de las motivaciones específicas, es importante tener en cuenta que la persecución del régimen chino a Falun Dafa no solo es innecesaria, sino completamente ilegal. La constitución china y las diversas obligaciones de los tratados garantizan los derechos humanos fundamentales al pueblo chino. Esta persecución, que solo puede calificarse como una supresión desenfrenada y completa de la libertad religiosa, viola estas obligaciones legales. El mundo debería estar firmemente al lado de los practicantes de Falun Dafa en China.